Una batalla más por ganar: Conoce cómo enfrentar al cáncer en medio de una pandemia
La batalla emocional que viven las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama está relacionada a una pérdida de la auto aceptación física. Pero, ¿hay alguna clave para mejorar drásticamente la calidad de vida del paciente? Aquí te contamos.
Actualizado el: 18 julio 24 | 01:33 pm
Si enumeramos los beneficios de una alimentación equilibrada y salud emocional estable, nos faltarían hojas por contar; sin embargo, hay una gran cantidad de mujeres con cáncer de mama, practicando estrictos regímenes alimenticios, pero, aun así, no podemos asegurar una pronta recuperación sin una mente sana.
La pandemia que actualmente atravesamos ha traído devastadores sucesos, afectando la salud mental, especialmente de los más vulnerables. En muchos casos estas mujeres han sido olvidadas y desplazadas a un costado, ante el colapso del sistema de salud producto de las incontables hospitalizaciones y muertes por COVID 19. Como consecuencia, han tomado las riendas de su supervivencia, al verse amenazadas por este virus. Leonor es una de ellas. Su vida estuvo al borde del abismo ante el cáncer de mama, y posterior a ello, enfrentó una segunda batalla: el COVID 19.
Leonor, de cincuenta y nueve años, actualmente se desempeña como oficinista, madre y padre a la vez. Su vida laboral ha sido activa desde los 18 años y sus responsabilidades han sido grandes, viéndose afectada por crudos momentos en su matrimonio y abrupta viudez. Todo ello contrajo un sinnúmero de problemas emocionales y alimenticios, experimentando un tratamiento psiquiátrico de 2 años.
Mi antigua “yo” antes del cáncer
Leonor nos contó haber pasado por duras circunstancias en su vida, pero el cáncer no tenía lugar en la burbuja de su historia. A mediados del 2000, su cuerpo y felicidad no estaban en sus prioridades. “Solía colocar mi nombre al final de lista”, comenta Leonor.
Ante tantos problemas emocionales, se refugió en un exceso de alimentos no saludables como símbolo de su carencia afectiva llegando a tener Obesidad I y pre- diabetes. Incluso antes del año 2000, Leo, como la suelen llamar, era adicta al tabaco. Cabe mencionar, que hasta el día de hoy existe una controversia si el tabaquismo aumenta el riesgo de contraer cáncer de mama. Lo que sí se ha registrado es la existencia de mayor mortalidad por esta enfermedad en mujeres fumadoras.
“¿Has sentido alguna vez que tu vida ha dado un cambio brusco de dirección? Así era mi vida en incontables veces, pero no tenía idea de la montaña que se aproximaba”, mencionó Leo cerrando su obsoleto estilo de vida.
La primera batalla
A principios del 2018, Leo se accidentó y anuló por meses toda la posibilidad de caminar. Su hospitalización por esta causa fue el detonante de la llegada de una noticia aún más aterradora. El desinterés del bulto en el seno derecho cobró su factura.
“Cuando escuchas por primera vez la palabra CÁNCER te sientes aturdida. En tu mente la palabra IMPOSIBLE empieza aparecer, y lo único que le preguntas a Dios es por qué. No me quedó de otra que tomar una buena actitud, y eso fue el inicio de mi victoria” narró Leonor.
Ante tanta desinformación, Leo buscó ayuda profesional para saber cuáles eran los factores que podrían haberla afectado, y como resultado a dicha búsqueda se tomó con la sorpresa que la buena calidad nutricional y salud mental genera un efecto contrarrestaste, y mejor aún, preventivo.
“Que empiece la batalla”, fue la frase que Leonor coronó a su inicio en la vida saludable. Ese complemento de nutrir el cuerpo y la mente es la dosis de amor perfecta que muchas mujeres han discriminado.
Leo prioriza tres pilares fundamentales para afrontar cualquier situación: Amor propio, disciplina y fe. Transcurrieron los meses y las quimioterapias cumplían su misión. En la mayoría de casos, es tu gran aliado, pero las pacientes no siempre lo sienten así.
La selección de alimentos fue su primera defensa, disminuyendo los procesados, gaseosas, carnes rojas, embutidos y limitando los azúcares refinados. Leo recuerda que solía pasar cama por cama en los pasillos durante su hospitalización, hablando con cada una de las pacientes. “El darles ánimo, viéndome en su misma situación, les reconfortaba y no saben cómo potenció en mí hacerlo”, explicó Leo.
La única meta en este episodio de su vida fue prolongar sus días, cueste lo cueste. “Cuando te sientes entre la vida y la muerte, lo único que piensas es en vivir ya sea con seno o sin seno. La actitud que le pongas, tu mente y alimentación serán tus mejores aliados”, concluyó Leo. Actualmente, Leo es partidaria de las caminatas, los alimentos no procesados y sobre todo de las desconexiones digitales para su bienestar mental.
Covid 19: El segundo enemigo
Cuando todo parecía victorioso, llegó un obstáculo más por esquivar. A inicios del 2020, Leonor había culminado las quimioterapias, tratándose solo de manera oral por 5 años más; pero el COVID-19 no se hizo esperar. Según Leo, su cuerpo empezó a sentirse tan mal como las veces que recibía cada quimioterapia. Perdió el apetito por completo. Empezó con náuseas, diarrea, fiebre y dolores de cabeza. Aun así, no se dio por vencida y aplicó sus mejores estrategias. “Si estoy viva es gracias a esa fortaleza corporal y psicológica que construí a base de amor propio, disciplina y fe”, concluyó Leo.
Leonor recomienda a las pacientes que están pasando por este proceso a buscar ayuda profesional tanto psicológica como nutricional, ya que muchas veces de esto depende un rebrote del cáncer.
Alimentación balanceada como primera defensa
Ya sea por Covid 19 o cáncer de mama, una alimentación balanceada será la fórmula perfecta para toda recuperación. Iskra Canal, nutricionista clínica y ex vicedecana del Colegio de Nutricionistas del Perú, nos comenta sobre la importancia de una buena calidad nutricional en pacientes con cáncer de mama.
La especialista afirma que las personas que consumen multivitaminas creen erróneamente que es la única forma correcta para proteger su sistema inmune, pero la distribución correcta de alimentos es la mejor prevención ante cualquier enfermedad.
“La disminución del consumo de azúcar evita que las bacterias de nuestro cuerpo se desarrollen con mayor facilidad. Tampoco olvidemos la actividad física diaria y el consumo de frutas y verduras” mencionó Iskra.
Cabe mencionar, que los tratamientos nutricionales para mujeres con cáncer son las dietas alcalinas sin azúcares añadidos (azúcar rubia y blanca). Iskra aconseja tener un uso mesurado si es imposible dejarlo, dejando en claro que su consumo frecuente ayuda al crecimiento inadecuado de las células del cuerpo.
“Mientras un alimento tenga menos procesos es mucho mejor” fue la frase de mayor énfasis de la especialista. Si tenemos alimentos como frituras o productos que van a pasar por altas temperaturas, vamos a tener sustancias promotoras del cáncer. La nutricionista recalcó que los productos ahumados tienen efectos a largo plazo en la incidencia de esta enfermedad, por lo que se debe evitar en la medida posible, que un alimento pase por una temperatura mayor de 170° grados.
Si hablamos de manera específica, los alimentos procedentes de pastelerías pasan durante su preparación por altísimas temperaturas, y si lo consumimos reiteradas veces puede traernos graves consecuencias.
“No se trata de comprar solo frutas y verduras. Lo que debemos hacer es utilizar de preferencia alimentos orgánicos, ya que estos no contienen metales pesados ni insumos que muchas veces usan las industrias agroquímicas, alterando así las células de nuestro cuerpo” afirmó Iskra Canal.
Por último, la especialista hizo hincapié en el cambio de hábitos nutricionales familiares como ayuda indispensable al paciente, más aún si tiene problemas de sobrepeso u obesidad.
Una vida saludable implica una mente sana
Otro factor imprescindible de recuperación de estas dos enfermedades es la salud mental saludable. Una de las casuísticas más reiterativas en las terapias a pacientes con cáncer de mama está relacionada con la falta de apoyo emocional por parte de los familiares, y el deterioro de la autoestima generado la pérdida del seno, cabello o sentirse no productivos.
Windhy Dávila, psicóloga y psicoterapeuta gestáltica, afirma en base a su experiencia que la mayoría de pacientes oncológicos son afectados en su seguridad e identidad propia, ya que la autoaceptación no es la misma. A su vez, asegura que es de vital importancia pasar por un proceso de aceptación, ya que dicha tarea no solo recae en el paciente, sino es su círculo más cercano. “Creo que el tema de la autovaloración se pierde y eso es lo que tenemos que trabajar, enfocarnos en el concepto de victoria por tener vida”, mencionó la especialista.
Asimismo, Windhy recomendó finalmente que debemos centrarnos en generar una agenda de actividades para manejar la depresión de una persona enferma como la risoterapia, terapia de grupo, y a su vez, planificar un proceso de acompañamiento con diferentes especialidades profesionales.