Restauración de estatua de la Piedad de Miguel Ángel en Florencia revela defectos en el mármol
La restauración no invasiva comenzó en 2019, pero se interrumpió varias veces debido a la pandemia del COVID-19.
Actualizado el: 18 julio 24 | 01:25 pm
FLORENCIA, Italia, 21 ene (Reuters) – La restauración de la famosa Piedad de la Ópera del Duomo de Florencia de Miguel Ángel ha revelado que el único bloque de mármol en el que se esculpió la obra maestra estaba defectuoso, lo que ofrece una razón probable de por qué fue abandonada antes de ser terminada.
La estatua, más conocida como la Piedad Bandini, representa a la Virgen María y a María Magdalena sosteniendo el cuerpo de Cristo mientras es bajado de la cruz por un hombre, Nicodemo, cuyo rostro es el autorretrato del artista renacentista italiano.
“Es una Piedad que ha sufrido y es muy íntima (…) es una estatua realmente personal”, dijo a Reuters Beatrice Agostini, directora del proyecto de restauración.
Los trabajos de restauración confirmaron que la pieza de mármol, de 2.700 kilos, presentaba vetas y numerosas grietas diminutas, sobre todo en la base, lo que pudo ser el motivo por el que Miguel Ángel decidió dejar de trabajar en la escultura antes de terminarla, según un comunicado.
El artista había planeado inicialmente colocar la escultura junto a su tumba, pero sólo unos años después de empezar a esculpirla, a mediados del siglo XVI, Miguel Ángel -quien entonces tenía 75 años- decidió abandonar la obra maestra, regalándosela a un sirviente que luego la vendió a un banquero, Francesco Bandini.
Los restauradores no encontraron ninguna señal de golpes de martillo, lo que hace improbable la hipótesis generalizada de que un triste Miguel Ángel intentara destruir la escultura en un momento de frustración, agregó el comunicado.
La restauración no invasiva comenzó en 2019, pero se interrumpió varias veces debido a la pandemia del COVID-19. Se eliminaron los depósitos de la superficie de la escultura, que luego se limpió, devolviéndole su tonalidad original.
El proyecto fue encargado y dirigido por la Ópera de Santa María del Fiore y fue financiado por la organización estadounidense sin ánimo de lucro Friends of Florence.