Pareja ucraniana, que se enamoró en la Unión Soviética, ve cómo Rusia invade su país desde Argentina
Junto a millones de ucranianos repartidos por el mundo, la pareja de doctores de 54 años no se despega de las noticias desde la invasión de Rusia la semana pasada.
Actualizado el: 18 julio 24 | 01:18 pm
BUENOS AIRES, 3 mar (Reuters) – Viktor Paniouk y Lyudmyla Bots se enamoraron en Kiev en octubre de 1990 durante una huelga de hambre por la independencia de Ucrania de la Unión Soviética, alcanzada un año después. Ahora la pareja, que reside a miles de kilómetros en Argentina, ve desde lejos el horror de la invasión rusa a su país.
Junto a millones de ucranianos repartidos por el mundo, la pareja de doctores de 54 años no se despega de las noticias desde la invasión de Rusia la semana pasada, con tanques en la capital Kiev y ataques con misiles en grandes ciudades.
“Se sentía como que no, están pasando una película”, dijo Paniouk sobre las imágenes de edificios bombardeados y largas filas de vehículos armados que dominan los canales de televisión desde la semana pasada. “Prendo CNN y están unas explosiones al lado de Kiev”, agregó.
Paniouk debió dejar a su esposa e hija en Ucrania en 1996 para mudarse a Buenos Aires. Ocho años después, en 2004, su familia pudo radicarse en el país sudamericano junto a él. En la actualidad unos 450.000 ucranianos viven en Argentina.
Ellos, junto a otros ucranianos de diásporas en otras partes del mundo, han salido a las calles para protestar contra la escalada bélica, que marca el enfrentamiento más importante en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial y ha afectado los mercados globales y los precios de la energía.
La pareja dijo en su casa de Buenos Aires que sentía miedo por sus familiares y amigos en Ucrania y que la ansiedad los mantenía despiertos por la noche sin poder despegarse de los canales de noticias para ver qué estaba pasando.
“Tenía planeado viajar en 2020, para mayo, y empieza la pandemia (de COVID-19). Es como que ¿veré a mi mamá? ¿veré a mi hermano? Es doloroso y es injusto”, dijo Paniouk y contó que visitó Ucrania por última vez hace cinco años.
Pero sus lazos con Ucrania están más fuertes que nunca. El domingo, junto a otros miembros de la comunidad ucraniana, se reunieron en una misa por la paz en la catedral Santa María del Patrocinio de Buenos Aires.
“Esto nos entristece muchísimo (…) Por una circunstancia de la vida tuve que salir del país, pero nunca me olvido o me olvidé de mi país, tengo mis raíces ahí. Kiev para mí es algo más que capital, es algo sentimental”, dijo Bots a Reuters.
Paniouk añadió que la sensación de pertenencia se había fortalecido por la crisis y que había ayudado a romper las barreras entre las personas con ideas políticas diferentes.
“De repente apareció una unión tremenda. Apareció más unión y la gente está más fuerte, más unida”, concluyó.