Cuando tu “habilidad” al conducir puede costar vidas

Conducir un automóvil es, por encima de todo, una responsabilidad, ya que no solo está en riesgo tu seguridad, sino también la de otros actores sociales: peatones y ciclistas.

Al infringir las normas y promover actos de “viveza” al manejar, tales como tratar de ganarle al cambio de luz del semáforo, ir en sentido contrario por un corto tramo o cambiar de carril de forma intempestiva para doblar en un lugar prohibido, corres el riesgo de arruinar tu vida y la de otros inocentes. Lo mismo ocurriría con la carrera deportiva de un atleta que actúe de modo equivocado, pretendiendo alterar su desempeño o resultados de manera fraudulenta.

Imagen: Munlima.

De acuerdo a cifras proporcionadas por la Policía Nacional del Perú (PNP), la principal causa de los accidentes de tránsito es la imprudencia de los conductores. Solo el año pasado se produjeron 28 858 casos provocados por el mal accionar de conductores irresponsables.

Las populares y desafortunadas frases como “pepe el vivo” o “el conductor que tiene criollada”, no hacen más que describir un comportamiento equivocado y una preocupante ausencia de consciencia y falta de valores de parte de los ciudadanos.

Imagen: Periodicocorreo

Así, los accidentes generados por la imprudencia de los conductores representaron el 28.71 % de casos reportados durante el 2018. “La imprudencia es todo lo asociado a la conducta de una persona que, supuestamente, está preparada para conducir. El conductor es la persona que tiene las mayores posibilidades de evitar los accidentes”, remarcó Franklin Barreto, jefe de la División de Prevención e Investigación de Accidentes de Tránsito (Divpiat) de la PNP.

En medio de este ambiente de fiesta por los Juegos Panamericanos Lima 2019, que tiene a la delegación peruana regalándole triunfos al país, es pertinente reflexionar sobre la responsabilidad y la disciplina que a diario vemos en los deportistas y que han sido determinantes para la obtención de logros. Esas son las actitudes que deben primar al movernos en la vía pública, dejemos de lado los malos valores y cuidemos nuestra vida y la de los demás. Seamos ciudadanos responsables, respetemos las reglas de tránsito.

Imagen de portada: Munlima.