Muchos ciudadanos llaneros buscan en La Parada a doña Vicky por darles una mano en todo momento y hacerlos sentir en casa.
Doña Vicky es una comerciante puneña que vio en los ciudadanos venezolanos personas que sufren lejos de su familia, buscando en nuestro país el sustento diario para que los suyos tengan con que vivir en Venezuela.
Ella decidió, desde entonces, importar, y en algunas circunstancias producir, productos que consumían los venezolanos en su día a día.
Es así que cientos de ellos llegan a su puesto en La Parada para comprar el conocido ‘diablito’: un jamón enlatado hecho de lomo de cerdo.