Emannuel Rivera creció con sintiendo una enorme pasión por el deporte. Lamentablemente, una lesión frustro sus sueños de convertirse en un basquetbolista profesional, pero lo llevó a descubrir que tenía un talento para la música.
Con su propia versión de “La flor de la canela”, Emannuel Rivera intentó convencer a los entrenadores y solo uno de ellos apretó el botón rojo de su silla para darle el pase a la siguiente ronda de la competencia.
Luego de escuchar los comentarios que los entrenadores tenían preparado, el concursante se sumó al equipo de Guillermo Dávila, quien lo supervisará en el camino que tendrá que afrontar en La Voz Perú.