Una gran tormenta de arena cubrió el pasado 31 de diciembre la ciudad de Dubbo, ubicada en Nueva Gales del Sur, Australia. El evento hizo que se tuviera que cancelar en esa localidad el lanzamiento de fuegos artificiales por las celebraciones de Año Nuevo.
La meteoróloga Kim Westcott explicó que las tormentas de arena propagan partículas hasta una altura de 4,5 kilómetros en la atmósfera. “Durante los períodos secos prolongados, las tormentas de arena son frecuentes, mientras que en las épocas más húmedas son muy poco comunes debido al aumento de la vegetación y la humedad del suelo que atan las partículas de polvo a la superficie”, detalló.
Según la Oficina de Meteorología de Australia, ese día las ráfagas de viento llegaban a 78 kilómetros por hora en Dubbo. Varios vecinos grabaron el evento y compartieron los videos en las redes sociales, viralizándose rápidamente.