Monica Vitti, una leyenda del cine italiano del siglo XX, muere en Roma a los 90 años
Su muerte fue anunciada en Twitter por Walter Veltroni, director de cine y exalcalde de Roma, quien recibió la noticia del marido de Vitti, Roberto Russo.
Actualizado el: 18 julio 24 | 01:24 pm
ROMA, 2 feb (Reuters) – Monica Vitti, una de las estrellas más queridas, versátiles y consumadas de los años dorados del cine italiano de mediados del siglo XX, murió el martes a los 90 años.
Su muerte fue anunciada en Twitter por Walter Veltroni, director de cine y exalcalde de Roma, quien recibió la noticia del marido de Vitti, Roberto Russo.
Los medios de comunicación italianos indicaron que Vitti habría fallecido por complicaciones de la enfermedad de Alzheimer, que padecía desde hace más de una década.
El primer ministro Mario Draghi la calificó de “mujer de gran ironía y extraordinario talento que conquistó a generaciones de italianos con su espíritu, su talento y su belleza. Dio brillo al cine italiano en el mundo”.
“Se ha ido una gran actriz”, dijo la también diva del cine Sophia Loren, de 87 años. “Su muerte es una gran pérdida no sólo para el cine, sino para todos nosotros”.
Vitti saltó a la fama internacional en 1960, cuando aún no había cumplido los 30 años, con un papel protagonista en La Aventura, del afamado director italiano Michelangelo Antonioni.
Rodada en blanco y negro y con relativamente pocos diálogos, largos silencios y muchos primeros planos de la rubia Vitti, cuenta la historia de amor, celos, aburrimiento y traición entre un grupo de amigos ricos en un viaje en barco por las islas Eolias.
La primera parte de la trilogía de Antonioni sobre el tema de “la modernidad y sus descontentos”, La Aventura, ganó el premio del jurado en el festival de Cannes en 1960 y Vitti obtuvo el Globo de Oro a la mejor actriz revelación al año siguiente.
Vitti hizo numerosas apariciones en cine y televisión antes de caer enferma y pasar los últimos años de su vida al cuidado de su marido.
(Reporte de Philip Pullella; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)