Tuvieron que pasar tres años de estudios de contabilidad, para que Marco Calderón, “Maco”, se diera cuenta de su verdadera pasión. El joven talento, que proviene de Junín, abandonó su carrera para dedicarse al diseño de modas, ocupación a la que dedica todo su empeño.
A pesar de las dificultades, logró su sueño y se siente orgulloso de su trabajo que conecta con sus raíces quechuas y que le ha dado un verdadero sentido a su vida. Desde hace 10 años, vende sus diseños realizados con lana de llama y alpaca en París, Francia.
Aunque, sus prendas se comercializan en Europa, es en el Perú, en donde se confecciona. “Mi mundo está rodeado de casi 95% de mujeres. Lo femenino me inspira y me gusta motivar a las mujeres de sentirse orgullosas de su trabajo”, sostuvo.