Pese al trajín de los viajes, el papa Francisco no pierde el humor. A su llegada a la Nunciatura Apostólica en la avenida Salaverry se encontró con un gran número de fieles católicos, a quienes bendijo y les pidió que vayan “despacito” a casa.
“Ahora, despacito, despacito se van yendo para las casas. Lo van a hacer porque ustedes necesitan dormir y la gente de acá, en los edificios, también. Hasta mañana si Dios quiere”, señaló el pontífice.
Minutos antes agradeció al inmenso gentío que se agolpó en esta zona de Jesús María. Dio unas palabras en especial para los fieles católicos procedentes de la comunidad de Manchay.
“Les quiero agradecer que hayan venido a saludar. Quiero agradecer todo el esfuerzo que muchos de ustedes hicieron para venir, especialmente a los de Manchay que son tantos. Vinieron caminando, como los trajeran, porque sabía que no podían pagar el colectivo. Gracias, esos gestos no los olvido. Que Dios los bendiga”, señaló.
El papa Francisco continuará sus actividades este sábado a las 7:10 de la mañana, cuando salga de la Nunciatura hacia el Grupo Aéreo N°8, donde abordará un avión que lo llevará a Trujillo.