El Santo Padre volvió a dirigirse a los jóvenes y dejó frases que reconfortan el alma y los impulsa a seguir luchando por sus ideales.
Por unos minutos Lima se convirtió en Roma, y es que el Papa Francisco, a las 12 del mediodía, rezó el Angelus como lo hace cada domingo desde el balcón del Palació Apostólico del Vaticano. Minutos antes de rezar la tradicional oración mariana dedicó palabras a las miles de personas que estaban en la Plaza Mayor de Lima.
El Santo Padre nuevamente se dirigió a los jóvenes, quienes han sido los más entusiastas durante sus visitas en distintos países. “¿Estás dispuesto a seguir a Jesús?”, le preguntó Francisco a todos los fieles. Y respondió: “si estás dispuesto a seguirlo, pídele a Jesús que prepare tu corazón para estar dispuesto a seguirlo”.
Además, exhortó a dejar la hipocresia de lado y las falsas caretas. “No podemos hacerle photoshop a la realidad ni a nuestro corazón”. Asimismo, puso como ejemplo a nuestro santo San Martín de Porres, quien luchó por sus ideales a pesar de las dificultades que tenía por ser mulato, entregó su alma a Dios en pos de ayudar a los demás.
“Pienso en San Martín de Porres, nada le impidió a ese joven cumplir sus sueños. Nada le impidió gastar su vida por los demás. Nada le impidió amar y lo hizo porque había experimentado que el Señor lo había amado primero. Así como era, mulato, y teniendo que enfrentar muchas privaciones, a los ojos humanos o de sus amigos parecía que tenía todo para perder. Pero él supo hacer algo que sería el secreto de su vida: confiar. Confiar en el Señor que lo amaba. ¿Y saben por qué? Porque el Señor había confiado primero en el como confía en cada uno de ustedes y no se cansará nunca de confiar”.
El vicario de Dios nos aseguró que “Jesús no se desanima de nosotros”. Nos asegura que nuestro salvador confía en nosotros, confía en nosotros a pesar de nuestros errores. “El Señor los mira con esperanza, nunca se desanima de nosotros. ‘Padre, pero si usted supiera las cosas que yo hago. yo digo una cosa pero hago, mi vida no es del todo limpia’. Así y todo Jesús no se desanima de ti”.
“Cada uno mire en su corazón como es su propia vida. Y vas a encontrar que por momentos hay cosas buenas y por momentos cosas que no son tan buenas. Así y todo, Jesús no se desanima de ti. Y desde tu corazón dile: gracias Jesús porque viniste para acompañarme aún cuando estaba en las malas”.