Tras su regreso de la iglesia de San Pedro, el papa Francisco se acercó a saludar a los cientos de fieles que se agolparon a recibirlo en las afueras de la Nunciatura Apostólica en Jesús María.
La fuerza del tumulto hizo que una de las vallas de seguridad de la berma central de la avenida Salaverry se viniera abajo. El pontífice se percató del hecho y se acercó a verificar la situación de los fieles, quienes finalmente no presentaron daños de consideración.
Tras su ingreso a la Nunciatura Apostólica, el papa aprovechó para dar un nuevo ‘balconazo’ y agradecer a los presentes, en especial a los procedentes de Manchay que llegaron a Jesús María con la imagen de su santa patrona, la Virgen del Rosario.