Los vecinos de la urbanización Panamericana Norte, en el distrito de Los Olivos, ya no saben qué hacer para poder recuperar la calma cerca de sus hogares. Y es que ellos cuentan que al llegar la noche la calle es invadida por mujeres que ofrecen sus cuerpos, convirtiendo su barrio en Sodoma y Gomorra.
Ni bien caen las doce de la medianoche una gran cantidad de jovencitas, entre extranjeras y peruanas, salen a las calles, no solo a ejercer la prostitución, sino a convertir la calle en un ring de peleas. Los conflictos entre ellas y sus clientes se han convertido en el pan de cada día, haciendo que la zona sea calificada ya como zona roja, siendo los más afectados los niños y mujeres, que ya ni pueden salir al parque.
En más de una oportunidad, las madres de familia han sido confundidas y hasta abordadas por parroquianos en busca de algún servicio. El Presidente de la junta vecinal de la urbanización, junto a otros residentes, ha optado por realizar rondas nocturnas para botar a las personas de mal vivir utilizando un megáfono y hasta echándoles agua.
¿No a las venezolanas?
En el extremo de sus reclamos, han colocado carteles que dicen “No a la prostitución y no a las venezolanas”, actitud que ha sido catalogada como un acto discriminatorio y xenófobo por algunas personas, entre ellas una blogger venezolana. Sin embargo, esto no les interesa a los vecinos, que solo quieren recuperar la tranquilidad en su urbanización y erradicar la prostitución del barrio donde crecen sus hijos.