La elección de los mejores jugadores de las copas del mundo, que se designa desde España 82, casi siempre da pie a las discusiones futboleras, pues no siempre hay una opinión unánime sobre qué futbolista debió recibir esa distinción.
Por ejemplo, la elección del uruguayo Diego Forlán en Sudáfrica 2010 casi no admitió discusión, lo que no ocurrió con la designación del alemán Oliver Kahn en Japón Corea 2002.
Asimismo, el brasileño Ronaldo fue designado el mejor del Mundial Francia 98, Zinedine Zidane recibió ese premio en Alemania 2006 y el argentino Lionel Messi en Brasil 2014. Lo curioso es que en estos tres casos el galardonado no fue campeón, sino subcampeón del torneo.