Uno de los grandes momentos de la historia de los mundiales se produjo en Brasil 2014, durante la ceremonia de inauguración.
En aquella oportunidad un joven parapléjico fue el encargado de dar el play de honor con ayuda de un exoesqueleto que le permitió moverse. Éste fue el gran avance tecnológico mostrado en ese evento deportivo.
Lamentablemente por un error del director de cámaras, este gran suceso solo pudo ser apreciado en la transmisión televisiva por escasos segundos.