Los goles son parte del fútbol, pero también las celebraciones de los tantos. Momentos llenos de emotividad que le dan color a los mundiales de fútbol.
Algunos de los más recordados son los bailes de Roger Milla tras anotar sus goles en Italia 90, así como el desaforado grito de Diego Armando Maradona en su último gol mundialista en Estados Unidos 94.
La más incónica quizá sea, también en Estados Unidos 94, la celebración del brasileño Bebeto, una auténtica dedicatoria a su hijo recién nacido.