En la más reciente edición de Gato Encerrado, la Dra. Pollo recibió en su set a los protagonistas del sonado caso de una señora en Cusco que no tuvo mejor idea que subir a un taxi acompañada de su mascota: una llama.
Así, hasta el set llegó el taxista, quien denunció a la señora por subir al taxi con el animal y que este se comió una importante manta. Hasta allí también llegó la acusada y su llama.
Allí cada uno explicó su posición en este intrincado caso en el que se vieron envueltos, además, la pareja de la señora, un turista gringo y su guía de turismo, alias ‘Popeye’, llegaron como testigos. Al final, la Dra. Pollo tomó una decisión, pero sobre la hora tuvo que cambiar su sentencia.