El Bar ‘Pídalo con Rima’ del cubano Kikirimiau, abarrotado de peperas, recibió al Tío Lisuratás y sus compadres.
Como ya es costumbre, debido a que el lugar estaba repleto, le pidieron a Lisuratás que comparta su mesa. Pese a su negativa inicial, el invitado lo hizo cambiar de parecer: el gran Miguelito Barraza.
Así, el ‘Chato’ nos contó sabrosas anécdotas de su vida artística, además de divertirnos con imitaciones, mímicas y sus infaltables chistes.