La Luna coincidió con el perigeo, el punto más cercano de su órbita con la tierra, lo que provocó que podamos verla en toda su plenitud.
La noche del 1 de enero de 2018 dejó postales inolvidables y extraordinarias. Uno de los fenómenos astronómicos más impresionantes que existen, la Superluna, se observó como pocas veces en la historia. Tal y como informó la NASA hace unos días, el satélite natural de la Tierra se pudo ver hasta un 7% más grande que la luna llena tradicional y hasta un 30% más brillante.
Para el 31 de enero, según el calendario astronómico, está pronosticada una nueva Superluna, también conocida como “blue moon” o Luna Azul. Este fenómeno coincidirá con un eclipse lunar total, pero solo podrá ser observada desde Australia y algunas zonas de Rusia y China.