Desde 1990, alrededor de 26 accidentes con víctimas mortales se han registrado en varios sectores del serpentín de Pasamayo.
A inicios de esa década, un omnibus de la empresa Roggero se precipitó en este sector de la carretera Panamericana Norte, dejando un saldo de 10 muertos y 38 heridos.
Tres años después, en 1993, la densa neblina provocó el desbarrancamiento de un bus que se dirigía de Trujillo a Lima. Al menos 12 personas fallecieron.
La racha continuó en los siguientes años. En el 2008, un choque de buses dejó 22 muertos. El chofer de una de las unidades se encontraba en estado de ebriedad.
Al año siguiente, 15 personas murieron carbonizadas tras el triple choque entre un bus interprovincial, un tráiler y un camión que trasladaba productos químicos.
Las autoridades de transportes detallan que alrededor de 3,500 vehículos circulan a diario por los 22 kilómetros del serpentín, una peligrosa vía que ha sido escenario de accidentes de lo largo del tiempo.