Las calles de Manila lucieron completamente abarrotadas por los fieles que incluso se golpeaban entre ellos para poder tocar la sagrada imagen.
Acompañaron al llamado ‘Nazareno negro’, sin dejar si quiera un espacio libre en su recorrido por las calles de Manila. La más grande procesión de Filipinas, reunió este año a 380 mil peregrinos, solo en el primer día de recorrido de la imagen
Descalzos y empujándose por tocarlo, los fieles acompañaron al Cristo negro dejando para la posteridad estas impresionantes imágenes. Se trata de la figura más respetada y venerada en el país asiático, sobre todo por el sector más pobre de Manila, quienes le atribuyen milagros y la suerte de lo que pase en su vida. Por eso al acudir a la procesión, resulta obligatorio tocar la cruz para recibir bendiciones. Un riesgo que muchos están dispuestos a correr.
600 personas debieron ser atendidas por la cruz roja, por desmayos y lesiones menores producidas a causa de los golpes recibidos en medio de la multitud. Mientras un gran contingente de policías y militares resguardaban las calles de la capital evitando una tragedia mayor. La peregrinación apenas comienza, y en el país se espera la participación de unos 17 millones de filipinos.