Christian Cueva debía estar el fin de semana en Brasil con los entrenamientos de su club, Sao Paulo, pero el futbolista decidió jugar una última pichanga antes de partir.
El volante se dedicó el domingo a jugar una pichanga con amigos en el barrio La Esperanza. No tendría nada de malo, pero Cueva no informó a su club a tiempo sobre la causa de su retraso y se espera que la dirigencia lo sancione.
Cueva recién se reintegró a los entrenamientos hoy martes. Y luego deberá dar sus descargos sobre lo que hizo en los últimos días.