El llamado ‘club de la construcción coordinaba con funcionarios del Ministerio de Transporte la adjudicación de obras públicas a cambio de un porcentaje del valor del proyecto.
La Policía le entregó la orden de detención preliminar al ex asesor del Viceministerio de Transporte y Comunicaciones, Carlos García Alcázar. Este leyó cómodamente en el sofá de su casa, el documento que lo acusaba del delito de tráfico de influencias que pesaba sobre y otras 6 personas vinculadas al “club de la construcción”. Un exclusivo grupo conformado por empresas multinacionales como OAS, Graña y Montero, ICGSA, COSAPI, entre otras que, durante el gobierno de Ollanta Humala.
Inexpresivo y resguardado por dos policías, Carlos García Alcázar fue trasladado en esta camioneta blanca desde su casa en surco al departamento de Medicina Legal. Siete horas antes, con una orden de allanamiento a 45 inmuebles en Lima vinculados al “club de la construcción”. Ocho funcionarios del Ministerio Público a cargo del fiscal Marcial Paucar revisaron al milímetro el departamento.
Este ‘club’ coordinaba con funcionarios del Misterio de Transporte y Comunicaciones la adjudicación de obras públicas. Esta información llegó a la Fiscalía peruana gracias al colaborador eficaz N° 6, un ex funcionario de Odebretch, quien reveló que Carlos García Alcázar era el encargado de coordinar con Edgardo Prialé de la Peña representante del “Club de la Construcción”.
Este último recibía un 2.9% del valor de la obra adjudicada, por ello se ha solicitado su detención, al igual que Elard Tejada Moscoso de OBRAINSA, Félix Málaga Torres de la Constructora Málaga Hermanos y Luis Prevoo Neira y Guillermo Reynoso Medina.