Tres gerentes del Gobierno Regional del Callao -Salvador Castañeda Córdova, Carlos Solís Gayoso y Jorge Villarreal Ruiz- pasaron a la clandestinidad antes de ser condenados por el desvío de miles de soles en las obras de la construcción de la carretera Néstor Gambetta.
El ahora gobernador regional Félix Moreno los colocó en puestos claves en el manejo del dinero chalaco desde el 2007, cuando era alcalde. Por aquel año, un convenio de transferencia con la policía realizado con el aval de los funcionarios y la autoridad local terminó con depósitos de 345 mil soles en la cuenta del general Bruno de Benedetti, exjefe policial del primer puerto.
En mayo del 2016, de Benedetti, Castañeda, Solís y Villarreal fueron condenados a prisión por este caso aunque ninguno se presentó a la lectura de sentencia. Desde ese día, los gerentes de Moreno son prófugos de la justicia.
Cuando Moreno llegó a la Región Callao, Castañeda asumió la gerencia de Administración, Solís la de Recursos Naturales y Villarreal, la de Transportes y Comunicaciones, siendo piezas claves para la adjudicación de obras.
Los dos primeros, junto a Víctor Suelpres -cuya esposa fue asesinada por un sicario hace unos días-, aprobaron el desembolso de 10 millones de soles a un consorcio de Andrade Gutierres y Queiroz Galvao para el mejoramiento de la carretera Néstor Gambetta, que según la contraloría causó un daño al Estado de 50 millones de soles.
Villarreal está proceso por colusión agravada por la Costa Verde del Callao, ahora abandonada, por la que se acusa a Moreno de haber recibido cuatro millones de dólares de coima.
La desaparición de Castañeda, Solís y Villarreal causa sorpresa. Su cercanía con la administración Moreno despierta todo tipo de sospechas.