Una pequeña llegó a una conocida clínica para ser tratada por un malestar y habría recibido una medicación que tuvo un efecto mortal.
Viernes 6 de julio de 2018, un padre desesperado solo atina a grabar con su teléfono el momento en que su bebé de 9 meses, bajo las caras frías del personal de salud que acaba de atenderla, se muere. Una pesadilla que esta familia hoy denuncia con fotos y videos de ese mismo día, que empezó como cualquier otro.
Giovanna Serrano, de 33 años, quería descartar que el malestar que presentaba su pequeña sea algo peor, quizá una infección estomacal o algo similar, los esposos decidieron llevarla a un doctor. Gustavo Sánchez, su esposo de 52 años, que había regresado de su trabajo de comerciante en la cachina, se decidió por una clínica cercana a su casa no solo para llegar rápido.
Ya en la clínica, una pediatra chequeó a la pequeña Antonella y le notó una infección en la garganta. Una ampolla para el vómito y nebulizar a la pequeña tres veces durante un par de horas allí, para luego devolverla a casa. Es el procedimiento que la Maison de Santé decidió seguir. El director médico de la Clínica Maisón de Santé de sede Lima, Dr. Mario Suárez, explicó que le aplicaron dexametasona, un corticoide antinflamatorio.
La dexametasona es un potente corticoide, que a veces puede causar hipertensión. Allí empezó la pesadilla de la madre de la pequeña. Un día antes de morir en esa clínica, Olsen Antonella Sanchez Serrano, de 9 meses, se veía sana y reía en su corral mientras es grabada por su madre.
De trato seco, según la madre, las enfermeras de la clínica le pidieron esperar media hora para que su hija reaccione. Minutos después de la inyección y después que le pusieron las mascarillas para nebulizarla, Gustavo Sánchez, el papá de Antonella, empieza a sospechar. Hoy es un padre que, dos meses después de aquel terrible episodio, se le ha paralizado el rostro. Un hombre que nos dice así, esforzándose para hablar bien, que ese día grabó a su hijita al verla pálida y sin reacción en sus brazos.
El director médico de la clínica acepta que fue un paro cardíaco lo que mató a la pequeña, pero dice aún no saber qué fue lo que causó ese paro. No se explica todavía por qué, cuando la familia se lleva a la pequeña a casa, ella convulsiona allá. Tampoco por qué lo hace cuando la regresan, con más convulsiones, a la clínica.
La desesperación de Gustavo y de su esposa, viendo morir a su única hija en manos de la doctora que acaba de tratarla, Brenda Retiz Flores, quien inútilmente le dio oxígeno después de un paro cardíaco. Pero lo peor no fue esto, sino minutos después cuando desnudan el pequeño cadáver y observan un ‘rush’, al parecer, producto de un shock alérgico, que había brotado sobre su piel.
Luego la familia trajo a la Policía y, al día siguiente, captados así por las cámaras de seguridad del local, regresaron y rompieron lunas y metieron el cajoncito de Antonella para buscar a esa misma doctora, Sandra Retiz, a quien, raramente, la clínica decidió separar del cargo y nosotros no pudimos ubicar.
Dicen que la sacaron para evitar que se atentara contra su integridad física. Ojalá se sepa pronto qué fue lo que mató a este angelito y si hay responsables que todo el peso de la ley les caiga.