Albina Ibáñez y su hijo Nicolás protagonizan una dura lucha contra el síndrome de Moebius, una rara enfermedad que le impide gesticular y parpadear al niño. A la dureza del mal se suma la indiferencia del padre.
Ella e Ismael Rubio Marcovich formaban una pareja modelo hasta que ella le confesó que esperaba un hijo suyo. Albina refiere que él cambió su actitud y le pidió que aborte. El 27 de octubre del 2016, la pareja viajó al sur. “Él a propósito se metía a los baches, a los sardineles. Quería causarme una amenaza de aborto”, cuenta la mujer.
La pareja paró en una tienda y ella tomó un jugo. “Lo sentí extraño y lo dejé. Pensé que no era tan dulce. Segundos después lo tomó y me dijo ‘¿me invitas?’. Le dije que sí. Él lo coge, lo mueve y dice ‘queda poquito, mejor acábalo tú'”, refiere. Albina luego cuenta que él se rehusó a llevarla a un hospital ante el malestar identificado como una amenaza de aborto.
El pequeño Nicolás nació el 1 de junio del 2017. Su madre notó su dificultad para succionar y parpadear. El diagnóstico era claro: padecía el síndrome de Moebius. Según especialistas, el consumo de misosprostol -utilizado para dilitar el útero- puede originar esta enfermedad.
Albina espera que Ismael Rubio Marcovich se realice la prueba de ADN bajo que el amparo del proceso judicial que ha interpuesto. Su lucha también se realiza desde las redes sociales en Una sonrisa para Nicolás, una cuenta de Facebook donde busca recaudar fondos para las intervenciones que quiere Nicolás para obtener la motricidad de los músculos de mandíbula y rostro.
“Veo a mi hijo corriendo, caminando. Lo veo casarse, dándome nietos. Lo veo sano y voy a luchar, hacer todo lo posible para que esté sano”, finaliza Albina.