Marina Laredo es madre, abuela y una gran emprendedora que dedicó su vida a realizar su sueño: que su negocio siga creciendo. El negocio le sonreía y le iba muy bien, hasta que, de un día a otro, se vio forzada a cerrar su local por la pandemia y ver vacías, las que antes eran mesas llenas de felices clientes probando su sazón.
Pero las ganas y el sabor es lo último que ella perdería, por eso, con el apoyo de Alicorp y su familia ahora está de vuelta en su local, donde el corazón, no solo es el ingrediente más importante en sus platos, sino también es el motor que empuja ese sentimiento por seguir creciendo juntos.