Carlos Hernández se mudó de muy pequeño de su natal Cusco a Ica, mientras crecía ayudaba a sus padres en sus labores en distintas panaderías y hace 6 años lograron abrir la suya, el negocio le sonreía a él y a su familia, pero llegó la pandemia y todo cambió, por miedo a enfermarse y también por la avanzada edad de su padre decidieron cerrar sus puertas.
Sin embargo, ellos elaboraban productos de primera necesidad y su misión fue continuar trabajando y creciendo para que no falte ningún pan en el hogar de sus clientes y es por eso que, con el apoyo y capacitaciones de Alicorp, pudieron reinventarse y agregar nuevos productos a su portafolio. ¡Ahora van por más! Y junto a su familia continúa su sueño de abrir más panaderías y continuar creciendo juntos.